Get Adobe Flash player
 
En comparación con los procesos de tratamiento físico y químico, el tratamiento basado en la utilización de microalgas puede lograr la eliminación de nutrientes (fósforo, nitrógeno, sales minerales, azúcares, etc.) de un modo menos costoso y más seguro desde el punto de vista ecológico, con los beneficios añadidos de la recuperación de recursos y el reciclaje. 
 
 
Las microalgas utilizadas en el tratamiento de efluentes pueden ser consideradas como  una alternativa de tratamiento terciario, debido a los procesos acoplados de bacterias (quienes realizan la degradación de la materia orgánica) y microalgas (quienes utilizan los compuestos inorgánicos), para llevar a cabo una eficiente bioconversión de la energía solar, en la utilización y eliminación de materia orgánica, lo cual se traduce finalmente en generación de biomasa, mejorando la calidad del efluente y aumentado la concentración de oxígeno. 
 
En resumen, las microalgas tienen la capacidad de depurar las aguas residuales urbanas e industriales convirtiendo esas aguas adecuadas para el riego, a la vez que la biomasa final producida puede ser recuperada y transformada en diferentes bioproductos como el biodiesel. Algunos parámetros a considerar son el tipo de fluente, la carga orgánica, la temperatura, la intensidad luminosa, el género de microalgas y el tipo de cultivo (monoalgal y mixto).
 
Para evaluar el cultivo de microalgas en aguas residuales, actualmente se están llevando a cabo ensayos de crecimientos con microalgas procedentes de aguas residuales, una vez que cualquier planteamiento de cultivos de microalgas en zonas naturales, siempre requiere caracterizar primeramente la biodiversidad de la zona, ver que crece y si hay alguna especie de interés ya afincada. Las especies más frecuentemente aisladas de muestras de aguas residuales del sureste de Gran Canaria, y con las cuales se está trabajando, han sido Chlorella sorokiniana, Pinnularia sp. y diferentes especies de Chlamydomonas.