Técnicos del Instituto Tecnológico de Canarias y de la Universidad de Cabo Verde, en el marco de los proyectos Aprenmac y Bioval, han participado en una campaña de muestreo en las Salinas de la isla de Sal (Cabo verde) con el objetivo de aislar e identificar las microalgas presentes en estos ecosistemas.
La elección de la Isla de Sal para desarrollar esta tarea se debe al ya tradicional desarrollo de su industria salinera, actualmente en decadencia, lo que nos permite avanzar en uno de los principales objetivos del proyecto, el de potenciar el desarrollo de nuevos sectores de actividad sostenible y de alto valor añadido en la Macaronesia, con la finalidad de que puedan reforzar el tejido económico y empresarial en la actividad turística, los servicios públicos y la edificación.
En la Isla de Sal existen actualmente dos salinas: La Salina “Pedra de Lume”, actualmente en explotación, pero que ha sufrido durante las últimas décadas una gran disminución de su producción y países importadores de su producto; mientras, ha ido revalorizándose en el ámbito turístico dadas las propiedades de sus lagunas, que le han llevado a ser apreciada por los visitantes de la isla por sus baños al estilo de aquellos tan valorados en el Mar Muerto. Las Salinas de “Santa María”, de una gran extensión pero abandonadas y deterioradas, cuentan con un gran valor ambiental y un elevado potencial.
Durante las labores de muestreo, se tomaron muestras que ya destacaban por su intenso color anaranjado, que revelaba la alta concentración de carotenos y por tanto de Dunaliella salina, entre otros microorganismos. A pesar de su evidente estado de degradación, todavía se puede apreciar su antigua estructura lo que da pie a pensar, que podría ser interesante una valoración de la viabilidad de su recuperación, no sólo por el potencial de su explotación en la industria salinera, sino también como recuperación de un ecosistema de gran valor ambiental, patrimonio de la Isla de Sal.
Por otra parte, también se plantea valorar la utilización de algunos de estos espacios (salinas tradicionales) actualmente en desuso, para el cultivo de Dunaliella salina, una microalga halófila comercialmente muy valorada por su capacidad de producción de carotenos y glicerol.